La empresa más longeva de la Comunidad Valenciana está en Elche: Almazara El Tendre

Almazara "El Tendre" de Elche

Te proponemos un viaje por la historia de esta empresa familiar ilicitana que ha sobrevivido a guerras, crisis y cambios de mercado, consolidándose como referente en la producción de aceite de oliva de calidad durante más de seis generaciones.

En las afueras de Elche, entre palmeras y olivos, a escasos minutos del Hospital General, se esconde un tesoro vivo de la tradición aceitera valenciana. La Almazara El Tendre, fundada en 1839, es la empresa más longeva de toda la Comunidad Valenciana, un hito que fue reconocido hace tres años por la Cámara de Comercio de Alicante en su III Gala de Empresas Centenarias.

Lo que hoy conocemos como El Tendre tiene sus raíces incluso antes de su fecha oficial de registro. «El 20 de abril de 1839 mi tatarabuelo heredó una almazara de su suegro, que tenía como 25 años más de trayectoria», explica Joaquín Sempere, actual responsable y representante de la sexta generación familiar dedicada al cultivo del olivo en la ciudad de las palmeras.

En realidad, como apuntan los documentos familiares, fue la tatarabuela de Joaquín quien heredó el negocio de su padre, Gaspar Ferrández Díez, aunque en aquella época las empresas eran gestionadas por los maridos. La almazara estaba originalmente ubicada en la Calleja Puertas Tahullas, en el barrio del Raval de Elche, antes de trasladarse a su emplazamiento actual en 1873.

Un nombre con historia

Almazara El Tendre, Elche

El peculiar nombre de la empresa proviene de un episodio curioso protagonizado por aquel tatarabuelo, Joaquín Sempere García. «Era un revolucionario carlista y en una reunión nocturna, vestido con capa y sombrero de copa, se caló entero por la lluvia. Bajito y gordito como era, alguien lo apodó ‘el tendre’ porque parecía un garbanzo tierno que pasa la noche a remojo», relata con orgullo su descendiente.

Este apodo ha perdurado a través de las generaciones, convirtiéndose en la marca de identidad de una empresa familiar que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia tradicional.

Sobrevivir a los tiempos

El camino de El Tendre no siempre ha sido fácil. A principios del siglo XX «casi desaparecemos al haber 30 almazaras en Elche», recuerda Joaquín. «Elche era un olivar, todo el campo eran olivos y palmeras, cuesta creer hoy en día pero fue así».

La Guerra Civil marcó otro difícil periodo para la familia. «De vez en cuando a mis abuelos se les escapaba alguna, como que venían a confiscar nuestras tierras, pero siempre ha predominado el miedo a hablar de esos años», confiesa Joaquín, evidenciando las heridas que aún permanecen en la memoria familiar.

En los años 70, otro reto golpeó al sector: la crisis de credibilidad del aceite de oliva cuando «los americanos decían que era malo para la salud porque subía el colesterol». Afortunadamente, los estudios posteriores demostraron lo contrario, cuando la Organización Mundial de la Salud descubrió que los habitantes de la isla de Creta, grandes consumidores de aceite de oliva, presentaban niveles más bajos de colesterol nocivo.

Modernización y expansión internacional

Almazara El Tendre Elche
Joaquín y Víctor, junto a «La Leopard»

Un punto de inflexión en la historia de esta almazara llegó en 1989, cuando decidieron abandonar el sistema tradicional de prensas por un sistema continuo, convirtiéndose en uno de los primeros establecimientos de la Comunidad Valenciana en implementar esta tecnología.

Desde entonces, El Tendre ha actualizado su maquinaria seis veces, alcanzando actualmente una capacidad de producción de 14.000 kilos por hora. Su última adquisición, la «Leopard», un extractor centrífugo de Pieralisi, fue la primera de su serie instalada en el mundo hace seis años.

La visión internacional llegó de la mano del padre del actual Joaquín, cuando hace tres décadas comenzó a abrir mercados en Francia, Estados Unidos y posteriormente en numerosos países del mundo. «Sin lugar a dudas, nuestro cliente principal es Taiwán», afirma con orgullo. El gobierno taiwanés les compra hasta 50.000 litros anuales del millón que producen de media, como parte de su campaña por reducir el consumo de aceites menos saludables como el de palma o coco.

La séptima generación

Almazara el Tendre, sexta y séptima generación
Víctor Sempere, maestro de almazara, y su padre Joaquín Sempere, gerente de El Tendre.

Actualmente, la almazara se compone de un equipo de profesionales liderado por Joaquín Sempere como gerente, mientras que sus hijos, Ximo Sempere (exportación) y Víctor Sempere (maestro de almazara), representan ya la séptima generación al frente del negocio familiar.

El equipo se completa con Javier Sempere en el departamento financiero, Pablo Acqua en diseño y marketing, Salima Aid como encargada del museo y visitas, y Estela Morell en ventas nacionales.

Un museo para compartir su legado

Museo Almazara El Tendre
Museo de la Almazara El Tendre, Elx

Hace más de una década, El Tendre inauguró un pequeño museo abierto al público, donde los visitantes pueden conocer la historia de la almazara, los beneficios de la dieta mediterránea y todos los secretos del proceso de elaboración del aceite de oliva virgen extra.

«Desde que está Google Maps, estamos vendiendo mucho más», comenta Joaquín. «Si vienes en verano, esto parece la ONU entre los turistas, donde no se deja caer ningún español». Además de las visitas guiadas, ofrecen catas de aceite y cuentan con una tienda de productos mediterráneos, donde también han incorporado una línea de cosmética, vinos, mieles, olivas encurtidas y legumbres.

La almazara ha sabido mantenerse fiel al espíritu tradicional que ha caracterizado su producción desde 1839, mientras se adapta a las exigencias del mercado actual. Un ejemplo de longevidad empresarial que sigue escribiendo su historia casi dos siglos después, como testimonio vivo del rico patrimonio olivarero de la Comunidad Valenciana.

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